La manufactura aditiva (AM) o impresión 3D, es un proceso que está transformando la forma en la que se fabrican piezas en múltiples industrias, combinando al mundo virtual con el real al desarrollar componentes a partir de un modelo digital.
La adopción de esta tecnología trae consigo múltiples beneficios, tales como tener componentes más livianos y duraderos que las piezas que se crean de forma tradicional, ya que estos se fabrican en una sola pieza, requiriendo de menos soldaduras y ensambles, además de que evita el desperdicio de material.
Es por eso que, la implementación de esta tecnología está mostrando una adopción continua, pese a la emergencia sanitaria en las que la industria y la sociedad se encuentran, ya que, de acuerdo con Wohlers Associates, Inc, firma consultora técnica y estratégica sobre procesos de desarrollo de producto, la manufactura aditiva tuvo un crecimiento de 7.5% en el 2020, lo que representa 12.8 mil millones de dólares en ingresos.
Asimismo, la empresa de manufactura Jabil, llevó a cabo una encuesta a 300 tomadores de decisiones de la manufactura aditiva, donde se les preguntaron aspectos clave sobre el uso de esta tecnología.
En dicha encuesta, se menciona que casi el 55% de los tomadores de decisiones usan al menos una cuarta parte de sus capacidades de AM para piezas de uso final, asimismo, un 87% mencionó que consideran que el uso de esta tecnología se duplicará en sus procesos en los próximos cinco años.
En esa misma encuesta se muestra cómo es que a medida que la manufactura aditiva va incrementando en las empresas, también los desafíos a los que se enfrentan, ya que los fabricantes mencionaron que incrementaron los problemas relacionados con el uso de la tecnología un 8% cada año, por tal, de acuerdo con Dassault Systèmes, la industria de la AM tiene un largo camino por recorrer, llegando al punto que la impresión de un modelo 3D sea tan sencillo como imprimir un documento.
Por otro lado, en la encuesta de Jabil, se menciona que los plásticos son los materiales que más se utilizan para la impresión 3D, sin embargo, comienza un crecimiento en el uso de metales y compuestos.
Aunado a lo anterior, es preciso mencionar que, a medida que los materiales se vuelvan más accesibles y asequibles, habrá un mayor beneficio para la ecología, ya que se reducirá el material de desecho de la fabricación tradicional, así como la energía que se genera en estos mismos procesos, ya que, de acuerdo con un estudio de Metal Powder Industries Federation, se comparó el proceso de fabricación del equipo de un camión con el método tradicional, contra la manufactura aditiva. Para el método tradicional se requirió un proceso de 17 pasos, mientras que para el de manufactura aditiva tan solo 6 pasos, teniendo un ahorro considerable de energía.
El uso de la manufactura aditiva, pese a que está teniendo un crecimiento lento, de acuerdo con expertos, es constante, por tal, se espera que vaya en aumento en los próximos años, siendo una solución sustentable e innovadora para las empresas.
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