Por los últimos años, muchas de las empresas pertenecientes a sectores estratégicos, entre ellos la manufactura, han estado conscientes de la importancia de adoptar nuevas tecnologías, orillándose hacia una transformación digital, sin embargo, este avance se vio lento hasta la llegada de la pandemia.
Desde que este fenómeno mundial inició, muchas de las empresas se vieron obligadas a transformar la forma en la que operaban, donde tecnologías digitales, plataformas colaborativas y la virtualización han sido los principales protagonistas para que las empresas puedan continuar con sus actividades pese al distanciamiento.
En el artículo “The Digital Path to Business Resilience” de BCG, se menciona que un 75% de altos ejecutivos estuvo de acuerdo en que la transformación digital de las empresas es urgente debido a la pandemia por COVID-19, donde también se menciona que las tecnologías digitales serán fundamentales para lograr la resiliencia en las empresas.
En el caso de la manufactura, la transformación digital ha sido un fenómeno que está optimizando los procesos de fabricación e impulsando la eficiencia y productividad, sin embargo, de acuerdo con el artículo “Building a resilient future” de Dassault Systèmes, aún existen muchos fabricantes que no han implementado tecnologías como el uso de plataformas de gestión de datos centrales, equipos inteligentes, internet de las cosas y sistemas conectados para tener un proceso medible.
De acuerdo con Dassault Systèmes, existen puntos clave para que los fabricantes logren una transformación digital, así como lograr una resiliencia en sus negocios:
Conectividad
La automatización, la inteligencia artificial, el internet de las cosas, el análisis de datos y plataformas de virtualización que permiten el trabajo colaborativo son tecnologías imprescindibles en la manufactura.
De acuerdo con el artículo de Dassault Systèmes, un aspecto clave para los fabricantes es contar con la capacidad de operar su negocio con una plataforma a través de los gemelos digitales, ya que esto permite monitorear operaciones en tiempo real, impulsar optimizaciones y detectar errores, lo que brinda la posibilidad de trazar todo el ciclo de desarrollo de producto.
“Esto les brinda a los fabricantes una vista a nivel empresarial y multi-operativa de todos sus productos y procesos a lo largo de la cadena de suministro, lo que significa que tienen toda la información que necesitan para identificar problemas, mejorar la calidad del producto, realizar iteraciones de diseño rápidas, reducir el tiempo de comercialización, optimizar los costos y acelerar la toma de decisiones ”, menciona Vishwesh Shete, director global de soluciones de plantas, TATA Consultancy Services para el mismo artículo.
Fuerza laboral
Una organización que adopte nuevas tecnologías para llevar a cabo sus procesos de manufactura requiere de una transformación en las habilidades de los empleados. De acuerdo con un estudio de McKinsey, 87% de los altos ejecutivos ya están experimentando una brecha de habilidades en sus trabajadores, por lo que necesitan volver a capacitarlos.
Esto se debe a que las actividades están cambiando, por lo que los empleados requieren de nuevos conocimientos que les permita implementar el uso de nuevas tecnologías. De acuerdo con el artículo “Building the vital skills for the future of work in operations” de McKinsey, se menciona que en Europa y Estados Unidos la demanda de habilidades físicas y manuales está disminuyendo un 30%, mientras que habilidades como la interacción con la tecnología aumentarán un 50%, las habilidades cognitivas complejas un 33% y las habilidades sociales y emocionales de alto nivel aumentarán un 30%.
Después de la pandemia por COVID-19, la industria manufacturera se mueve a un ritmo veloz en el que cada vez se están adquiriendo más tecnologías digitales a fin de mejorar procesos y optimizar costos. Sin embargo, aún existen muchas empresas que aún no logran implementar tecnologías que les permitan desarrollar sus actividades desde plataformas colaborativas, así como organizaciones que aún no logran capacitar a sus empleados para la obtención de nuevas habilidades, siendo estos factores indispensables para que logren su resiliencia.
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