Una de las principales barreras a las que se enfrentaron las empresas del Sector Aeroespacial durante la pandemia fue la escasez de materiales o piezas necesarias en la cadena de suministro, lo que obstaculizó las operaciones hasta el punto en que quedar detenidas.
El abastecimiento de piezas tiene tiempos definidos y delimitados con los que las empresas deben lidiar, por ejemplo, tiempo de fabricación, tiempo de envío, logística de transporte para que finalmente se puedan recibir y todo este proceso toma meses para lograrlo. Por ello, el Sector Aeroespacial y otras Industrias han optado por implementar dentro de sus procesos de producción, la Manufactura Aditiva (AM), también conocida como la Impresión 3D, una tecnología de la industria 4.0 que tiene la capacidad de construir objetos sólidos, complejos y resistentes con materiales livianos.
Las impresoras 3D posibilitan desarrollar piezas con alta precisión, en cualquier impresora dentro de la red empresarial, optimizando los tiempos de fabricación y entrega. Por otro lado, la AM garantiza a los ingenieros y diseñadores un funcionamiento ideal en los productos finales, debido a la oportunidad de revisión previa a la elaboración real.
De acuerdo con el Laboratorio Nacional Oak Ridge, para poder aumentar su capacidad de impresión y llegar a imprimir aviones completos, alas, motores con geometrías complejas, piezas electrónicas, etc., la Manufactura Aditiva, está sujeta a desafíos que enfrenta la tecnología usada en el Sector Aeroespacial, como garantizar la calidad, la velocidad de fabricación y sobre todo la confianza hacia los compuestos utilizados.
Nacional Oak Ridge, está impulsando a empresas de distintos Sectores Estratégicos con el fin de superar los retos que estas enfrentan para la adopción de la AM, y de esta manera explotar sus múltiples beneficios impulsando la competitividad de las empresas.
Retos a superar de la AM
Con el fin de potenciar las capacidades de la Fabricación Aditiva y beneficiar a las Industrias, es necesario superar distintos retos para que se impulse esta tecnología. Por ello, Nacional Oak Ridge atiende a más de 5,000 visitantes de distintas organizaciones que han llegado para argumentar sobre la Manufactura Aditiva y sus posibles mejoras. Algunos temas imprescindibles a tratar son:
Niveles de calidad: Las personas involucradas cuestionan la metodología utilizada en la AM para garantizar la integridad y calidad de los componentes fabricados aditivamente, ya que se busca una calidad igual o mejorar a la que brindan los procesos de producción tradicionales.
De acuerdo con Bill Peter, director de Nacional Oak Ridge, en el futuro se deberá implementar un marco de análisis de datos y visualización de sistemas con el fin de demostrar la capacidad de la AM para construir piezas complejas con el mismo nivel de calidad exigida por la Industria Automotriz en un proceso tradicional.
Necesidad de velocidad de la AM: Otra de las cuestiones es la velocidad en que se deposita la materia prima utilizada para la impresión 3D, ya que los procesos de esta tecnología pueden ser más tardados que una producción tradicional.
Los compuestos utilizados deben brindar confianza: Si bien los compuestos están predeterminados desde la pre-elaboración de las piezas, es de suma importancia asegurar su calidad a los clientes, proporcionando confianza del uso de las piezas.
La Manufactura Aditiva es una de las tecnologías que están generando gran impacto en las organizaciones, incluso, se espera que un porcentaje considerable de las piezas de los aviones sean fabricados con esta tecnología, sin embargo, aún existen barreras que impiden que las empresas no solo logren escalarla.
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